LA CULTURA DE SILO. Entre el Eo y el Masma.

 El monasterio fue bautizado en sus inicios como monasterio de San Pedro de La Espina.     Se sitúa en la localidad de La Santa Espina , en el municipio de Castromonte en la provincia de Valladolid . Doña Sancha había rogado a san Bernardo que le enviara monjes para fundar un monasterio cisterciense en Valladolid, y esté le envía como abad a san Nivardo, su hermano pequeño. Con la orden cisterciense La Santa Espina vive momentos de fe, piedad y esplendor que se dejan ver en la riqueza de su arquitectura románica, gótica y renacentista. Es en La Santa Espina donde Felipe II, “el Prudente”, hijo del emperador Carlos I, conoce a su hermano, por entonces un niño de diez años, apodado Jeromín, que pasará a la historia como Juan de Austria, vencedor de la batalla de Lepanto.  

  Sobre el monte Urba, el promontorio que preside el casco actual de la ciudad de la Bañeza, aunque extramuros de la antigua villa medieval, se alza la actual parroquia de El Salvador.   La iglesia dispone de una gran torre, que recuerda casi a una fortaleza de pasado atlante, donde los cultos eran solares, orientándose hacia el centro, como su quisiera abrazar y proteger la Plaza Mayor en el centro bañezano, el verdadero corazón que nutre con sus impulsos, el comercio de la ciudad. La fachada está datada en el siglo XVIII, y llama la atención la variedad de matices de color de la piedra debido a que se trata de una construcción anterior. La iglesia se levantó en el siglo XVI, en la transición del gótico tardío al renacimiento, sobre un pequeño montículo del primitivo poblado conocido como e Banu ‘Isa o la propiedad de la familia de los Isa, bereberes afincados tras la entrada en la península de las tropas norte africanas. Quizás de ascendencia judía, fomentaron el comercio en el lu